Esta historia tiene como protagonistas a unas ovejas. La oveja número 100 no es precisamente muy paciente, se desespera, pues piensa que su turno para saltar la valla no llegará nunca.
Una de las lecciones más interesantes de este corto es que, a menudo, perdemos la paciencia. Queremos todo inmediatamente y si no lo conseguimos hacemos cosas que no están bien.
Reflexionar con los niños y niñas sobre la actitud de la oveja.
Señor, dame un corazón sencillo y transparente para que pueda actuar siempre con un amor responsable y solidario.
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