Mamá, me quieres tal y como soy, no te importa si soy guapo o feo, gordo o delgado, más o menos listo. Me quieres cuando me porto mal, me quieres cuando me porto bien, siempre me perdonas, sufres cuando yo sufro, disfrutas conmigo y me quieres como si fuera único en el mundo. Gracias porque me enseñas el camino para ser feliz, que es aprender a amar como Tú.
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.