Estamos muy entusiasmados cuando se acerca nuestro cumpleaños, cuando vamos de excursión o de viaje, cuando vamos a casa de nuestros amigos, cuando vamos a dormir a casa de los abuelos, cuando empezamos las vacaciones y a veces cuando volvemos al colegio... Cuando nos dejamos llevar por él, nos sentimos invencibles. Entonces, el entusiasmo suena como una música, porque el corazón late a un ritmo especial.
¿Y vosotros? ¿Cuando os sentís entusiasmados/as?
Señor, enséñanos a hacer las cosas bien, con ilusión, con ganas, con entusiasmo.
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.