Pregúntate que hace el niño. ¿Habla o Grita? ¿Qué crees que dice? Y Tú, ¿Gritas a veces? ¿Por qué? ¿A quién?
A veces gritamos por cosas sin importancia como las rabietas que hacemos en casa, otras veces gritamos porque nos hemos hecho daño. De vez en cuando gritamos para que alguien nos escuche... Sabes que cuando pegas un grito suele haber alguien delante nuestro que lo recibe. ¿Crees que le gusta que le grites?
Jesús, acompáñame cada día y ayúdame a portarme bien.
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.