¡NO! ¡No quiero tener esta melena de cabello rizado! Desde cepillos a libros, y hasta globos inflados. ¿Cómo puedo acabar con estos tozudos bucles? Un cuento muy divertido para aprender a querer y valorar lo que tenemos. Y sobre el cabello, sobre montones y montones de cabello.
Jesús, ayúdame a aceptarme tal como soy
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