CUIDAMOS LA TIERRA: Francisco y la araña


Francisco era un niño italiano de la ciudad de Asís. Desde muy pequeño le gustaba quedarse observando la naturaleza y los animales. Cierto día, cuando iba camino del colegio se encontró con una araña. La pobre se había enredado con su tela y estaba pidiendo ayuda.
- Socorro, socorro... ¡Me ahogo! - decía la araña angustiada.
Francisco escuchó los gritos de la pequeña araña y no dudo en ir a socorrerla.
- Quédate quieta, no te muevas arañita que poco a poco te voy a desenredar - le dijo el niño.
La araña se quedó inmóvil y Francisco con mucha paciencia le fue desenredando la tela del cuerpo. Cuando la araña se sintió liberada, llena de alegría le dijo:
- Muchas gracias, me has salvado la vida.
Francisco miró a la araña y le dijo:
- No he sido yo quien te ha salvado, sino Dios que me permitió poder escuchar tus gritos y venir a ayudarte.
La arañita se quedó callada por un momento y le dijo:
- Entonces tendré que dar las gracias a Dios - tras una breve pausa confesó - No sé cómo hacerlo, no le puedo ver.
- No hace falta verle con los ojos hay que sentirlo con el corazón. Agradécele con el corazón, Él te va a escuchar y le hará feliz saber que estás bien.
Y así hizo la arañita, agradeció a Dios el haber hecho posible que ese niño pasará cerca y le hubiera ayudado. Francisco se marchó feliz al colegio. 

Francisco fue feliz admirando y cuidando la naturaleza y disfrutando de la compañía de los animales a los que amaba. Nunca dejó de dar gracias a Dios por el hermoso regalo que habíamos recibido, nuestro planeta Tierra.

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