Un niño encuentra un pingüino extraviado en la entrada de su casa. Al verlo solo y triste decide ayudarlo a encontrar el camino de regreso a su hogar. Tras mucho investigar, averigua que los pingüinos habitan en el Polo Sur y busca la forma de llevarlo allí.
Jesús, quiero dar las gracias por todos los que me ayudan a no sentirme solo/a.
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.