Buenos días,
Cuando anochece, en la finca un pequeño murciélago se despierta. ¡Oh, qué lindo sería ladrar con un perro o cantar con un gallo... y saltar y bailar!
El pequeño murciélago quiere que alguien le haga compañía. No quiere estar solo. Está buscando un amigo. ¿Lo encontrará?
Jesús, hoy quiero darte las gracias por todos mis amigos y amigas.
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