Buenos días
El pequeño Enfadosaurio se ha levantado contento pero todo se va torciendo poco a poco. Su hermano le hace rabiar, se ha tropezado y se ha hecho daño y, para remate, ¡el desayuno no le gusta nada! Está tan enfadado que solo puede chillar y patalear. ¿Habrá alguna solución para su mal humor? Quizá su amigo el murcielagosaurio le ayude a ponerse en el lugar del otro, ver las cosas desde otro punto de vista y no enfadarse por cosas sin importancia.Jesús, ayúdame a no enfadarme y a pedir perdón cuando hago las cosas mal.
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.