APRENDEMOS: El Enfadosaurio

 

Buenos días

El pequeño Enfadosaurio se ha levantado contento pero todo se va torciendo poco a poco. Su hermano le hace rabiar, se ha tropezado y se ha hecho daño y, para remate, ¡el desayuno no le gusta nada! Está tan enfadado que solo puede chillar y patalear. ¿Habrá alguna solución para su mal humor? Quizá su amigo el murcielagosaurio le ayude a ponerse en el lugar del otro, ver las cosas desde otro punto de vista y no enfadarse por cosas sin importancia.

Jesús, ayúdame a no enfadarme y a pedir perdón cuando hago las cosas mal.

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