Buenos días,
Había una vez un gatito que pensaba que era el rey de la casa. Todo era suyo: la cama, los sillones, ¡hasta los humanos de la casa! Pero un día, algo cambió… llegó alguien nuevo y las cosas dejaron de ser como antes.
¿Qué aprendemos de esta historia?
A veces, cuando llega alguien nuevo a nuestra vida (como un hermanito, una mascota o un amigo), podemos sentirnos raros o pensar que ya no somos tan importantes. Pero con el tiempo, nos damos cuenta de que compartir y hacer espacio para los demás nos hace más felices.
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.