Buenos días,
¿Alguna vez te has parado a observar a un caracol?
Si miramos de cerca a los caracoles, veremos algo muy especial: cuando sienten que hay peligro, se meten en su caparazón para protegerse. Se quedan ahí, esperando, hasta que sienten que todo está tranquilo otra vez. Entonces, vuelven a salir y siguen su camino, poco a poco.
Nosotros también podemos aprender de ellos. Si alguna vez sientes miedo o algo te preocupa, puedes tomarte un momento para sentirte seguro. Respira profundo, abraza a mamá, papá o a alguien que te quiera. Y cuando te sientas listo/a… ¡sal y sigue adelante!
Porque ser valiente no significa no tener miedo, sino saber cuándo protegerse y cuándo seguir caminando
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.