Buenos días,
Vaiana, una niña muy pequeña, juega en la playa con una caracola. Está empezando a andar y todavía no habla bien. Pero lo que si sabe hacer es ayudar. Observa una cría de tortuga que intenta llegar al mar. ¿Que hace Vaiana? Decide guiarla hasta el agua protegiéndola de unos pájaros hambrientos.
Mientras observa como se aleja la tortuga, pareció que el océano le da las gracias: las agua retroceden y le devuelven la caracola. Entonces se forma un túnel de paredes de agua que dejó al descubierto un camino de caracolas. Así es como el océano invita a Vaiana a adentrarse en él.
Pequeña/o como Vaiana soy, pero en mi interior tengo un gran corazón. Ayudo con amor y con alegría, como ella hizo ese buen día. Jesús, que sea como el mar, que abraza, cuida y sabe amar.
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