Buenos días
Clara tenía un espejo muy especial. Cuando se miraba en él, podía ver cómo se sentía por dentro: feliz, triste, enojada o asustada. A veces, el espejo se empañaba y no podía ver nada, y eso la ponía nerviosa. Pero un día, Clara descubrió que si respiraba profundo y se calmaba, el espejo se limpiaba y podía ver su reflejo otra vez.
Este cuento nos enseña que está bien sentir muchas emociones diferentes. Lo importante es reconocer cómo nos sentimos y saber que, al igual que Clara, podemos encontrar formas de sentirnos mejor. También nos muestra que debemos querernos tal como somos, porque cada uno de nosotros es especial y único.
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