aunque seamos distintos.
Ayúdanos a escuchar con el corazón
y a tratar bien a los demás.
Tú amas a todos por igual,
no importa cómo somos ni de dónde venimos.
Enséñanos a mirar con buenos ojos
para ver lo bueno en cada persona.
Ayúdanos a tener paciencia,
a no pelear ni gritar.
Queremos aprender a compartir,
a jugar sin enojarnos,
y a vivir en un mundo lleno de amor y paz.
Gracias, Jesús, por cuidarnos tanto
y por enseñarnos a querer a todos,
como tú nos quieres.
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