¿Alguna vez has intentado de hacer algo tú solo/a y fue muy difícil? A veces no podemos solos/as… ¡pero sí podemos con ayuda!
En esta historia unos animalitos tenían un problema grande. Primero, cada uno quiso arreglarlo solo, pero no pudieron. Después, se ayudaron entre todos, ¡y lo lograron!
Con este ejemplo aprendemos que todos somos importantes en un equipo, que si nos ayudamos, las cosas salen mejor, ¡y que trabajar juntos es más divertido!
Jesús, ayúdanos a ser buenos amigos y amigas y a ayudarnos con amor. Haz que siempre trabajemos juntos/as y con alegría.
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