Buenos días niñas y niños.
Hoy, Ardilla disfruta de un hermoso día cuando descubre que una de las hojas de su árbol ha desaparecido repentinamente. ¡No está por ningún lado! Decide entonces reclutar la ayuda de su vecino y amigo, Pájaro, para resolver el misterio y descubrir al ladrón. ¿Será Ardilla capaz de descubrir quién le roba las hojas?
A veces, cuando no entendemos algo, también podemos preocuparnos o enfadarnos, igual que la ardilla. Pero si aprendemos a observar y a tener paciencia, descubrimos que todo tiene una razón.
Jesús, gracias por los árboles y por las hojas que pintas de tantos colores. Ayúdame a no preocuparme cuando las cosas cambian, y a confiar en que todo tiene su momento.
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