¡Buenos días!
Has caminado alguna vez por el suelo lleno de hojas secas. ¡Escucha! Hacen “cric-crac” cuando las pisamos. Las hojas ya no están en el árbol, se han caído y ahora forman una alfombra marrón en el suelo.
Las hojas cambian de color y caen porque el árbol se está preparando para descansar. Luego volverán a salir hojas nuevas. Así también nosotros crecemos y cambiamos poco a poco. Cada día aprendemos algo nuevo y eso nos hace felices.
Jesús, gracias por las hojas del otoño. Ayúdame a crecer y a cambiar con alegría.
Comentarios
Publicar un comentario
Comparte tu opinión de manera responsable y evita el anonimato: Escribe tu nombre, el curso y tu cole gabrielista. Muchas gracias.